El veterano toletero dominicano David Ortiz, de los Medias Rojas de Boston, mantuvo su condición de protagonista dentro del béisbol profesional de las Grandes Ligas al ser el que más camisetas vendió durante el descanso invernal.
La camiseta de Ortiz, con el número 34, fue la preferida por los fanáticos del deporte pasatiempo nacional.
Su compañero de equipo, el segunda base Dustin Pedroia, que viste el número 15, fue el siguiente en la lista y el tercer lugar lo ocupó el veterano campocorto Derek Jeter, de los Yanquis de Nueva York, que el pasado febrero anunció que este año será el último de profesional después de 20 temporadas con los Bombarderos del Bronx.
Ortiz, más conocido como “Big Papi”, y Pedroia fueron decisivos la pasada temporada cuando los Medias Rojas consiguieron el título de la Serie Mundial.
Desde el periodo del 31 de octubre del 2013 al 30 de marzo del 2014 Ortiz consiguió un incremento de venta de camisetas del 932 por ciento, mientras que el de Pedroia fue del 379.
Jeter, a pesar que sólo pudo jugar 17 partidos con los Yanquis por estar lesionado, su camiseta con el número dos fue la tercera más vendida, en parte al anunciar que se retiraba.
Gracias a una buena fase final, el receptor puertorriqueño Yadier Molina, de los Cardenales de San Luis, ocupó el cuarto lugar y el lanzador zurdo estelar de los Dodgers de Los Ángeles, Clayton Kershaw, ganador del premio Cy Young de la Liga Nacional quedó quinto.
El jardinero Andrew McCutchen, de los Piratas de Pittsburgh, el receptor Buster Posey, de los Gigantes de San Francisco, y el tercera base David Wright, de los Mets de Nueva York, ocuparon el sexto, séptimo y octavo puestos, respectivamente.
Otros dos peloteros latinos, el segunda base de los Marineros de Seattle, Robinson Canó, quedó noveno y la joven promesa, el tercera base de origen dominicano Manny Machado, de los Orioles de Baltimore, de sólo 21 años, ocupó el décimo lugar.
Una de las revelaciones de la pasada temporada, el jardinero cubano Yasiel Puig, de los Dodgers, fue undécimo.
Canó, que el pasado diciembre firmó un contrato multimillonario por 240 millones de dólares y 10 temporadas, es el mejor pagado entre los 10 peloteros que vendieron más camisetas.