Ollanta Humala, derecha, aún como presidente electo peruano, saluda al congresista Kenyi Fujimori, hijo del ex presidente Alberto Fujimori, al llegar para prestar juramento como presidente ante el Congreso en Lima, Perú, el jueves 28 de julio de 2011. Foto: AP/PD.
LIMA (AP) — El izquierdista Ollanta Humala juró el jueves como presidente constitucional de Perú, y empeñó su palabra de dedicar toda su energía a borrar la exclusión social y la pobreza del país, junto con garantizar la continuidad del crecimiento económico.
En un incidente anecdótico, Humala juró el cargo que desempeñará por los próximos cinco años por la Constitución de 1979, pese a que la constitución vigente es la de 1993, creada durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000), actualmente encarcelado por violaciones a los derechos humanos y corrupción.
El hecho generó la protesta bulliciosa de los congresistas del partido de Fujimori que corearon “dimisión”, “dimisión”, lo que empañó el momento en que Humala recibía de manos del presidente del legislativo Daniel Abugattás, la banda presidencial.
“Declaro ante el congreso, ante los presidentes amigos aquí reunidos y ante el pueblo peruano que fiel al mandato de las urnas y en pleno respeto al estado de derecho, dedicaré mi energía a sentar las bases para que borremos definitivamente de nuestra historia el lacerante rostro de la exclusión y la pobreza construyendo un Perú para todos”, dijo Humala en sus primeras palabras como mandatario.
Minutos antes había jurado por la patria ejercer “fielmente” el cargo de presidente de la república, “honrando el espíritu, los principios y los valores de la constitución de 1979″.
Los partidarios de Humala respaldaron a su líder coreando “sí se pudo”, y “Ollanta presidente”.
Durante su campaña electoral, Humala planteó la necesidad de un cambio de la Constitución de 1993 –la que considera demasiado liberal– pero aclaró que solo se haría si se obtenía el consenso del parlamento.
Humala tomó juramento a sus vicepresidentes, Omar Chehade y Marisol Espinoza, quienes también juraron por la constitución de 1979, generando más protestas y desorden de la bancada fujimorista.
Al acto de transmisión asistieron los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; de Brasil, Dilma Rousseff; de Bolivia, Evo Morales; de Chile, Sebastián Piñera; Colombia, Juan Manuel Santos, y Uruguay, José Mujica, además de príncipe Felipe de Borbón, representantes de organismos internacionales y miembros del Cuerpo Diplomático acreditado en Perú.
No asistió el presidente saliente Alan García, quien entregó la banda presidencial en Palacio de Gobierno y se despidió allí de sus ministros y allegados, contrariando la tradición peruana de acudir al legislativo y pronunciar allí un mensaje de despedida.
Hace cinco años cuando Humala, ex teniente coronel del ejército, de 49 años, postuló por primera vez a la presidencia, generó mucho temor por su postura radical en contra del modelo neoliberal, que ha estado vigente en Perú desde los años 90, y por las simpatías expresadas entonces por el presidente venezolano Hugo Chávez.
Pero en su campaña electoral en 2011, Humala moderó su lenguaje y discurso y optó por identificarse con el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a la vez que aseguró que no interrumpirá el crecimiento económico de Perú.
En su discurso inaugural como presidente, prometió que su administración será “un gobierno para todos” .
“Nuestra voluntad no es la de copiar modelos… (sino) construir un camino propio, un modelo peruano de crecimiento con estabilidad, de democracia e inclusión social. Tomaremos como ejemplo lo bueno de otras experiencias”, aseguró.
Garantizó que su gobierno consolidará el “crecimiento sano de la economía” y que respetará “las reglas fiscales”.
“Quiero que vean en mí a un verdadero soldado de la república, a un celoso guardián del estado de derecho, y a un defensor de los derechos humanos y de la libertad de prensa y expresión”, sostuvo.
En el plano internacional, afirmó que “acataremos el fallo del tribunal de La Haya” en el caso del diferendo marítimo con Chile, y “y estoy convencido de que Chile lo hará lo mismo”.
Anunció que a partir de agosto el sueldo mínimo de 600 soles (218 dólares) será incrementado en 75 soles (27 dólares) a partir de agosto, y en otros 75 soles a partir del 2012, lo que fue una de sus principales promesas electorales.
Asimismo, dijo que su anunciado programa de pensiones para los mayores de 65 años será implementado de forma inmediata, hasta llegar a cubrir gradualmente los 800 distritos más pobres de Perú.
También dijo que su gobierno implementará acciones para que se reduzca significativamente el precio del cilindro de gas doméstico “sin introducir deformaciones en el mercado ni fomentar el contrabando”.
En cuanto a las empresas mineras, dijo que luego de haber obtenido “ganancias extraordinarias” por la coyuntura internacional de aumento de precios de los minerales, éstas deben contribuir al esfuerzo nacional de combatir la pobreza.
Les garantizó que “los contratos serán respetados”, y expresó su confianza en que las negociaciones que abrirá con ellas redunden en una “significativa contribución” que beneficie a todo el país.
Además dijo que promoverá que Perú tenga una aerolínea de bandera para que el mercado aéreo sea más abierto, competitivo y con menores precios. Actualmente la aerolínea de capitales chilenos Lan domina el mercado doméstico peruano.
En el tema de drogas dijo que aplicará una política que consolide el modelo peruano de desarrollo alternativo integral y sostenible, y para reducir la superficie ilegal de sembríos de hoja de coca.
En cuanto a la corrupción, señaló que defenderá la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción y la inhabilitación perpetua de los funcionarios corruptos para ejercer cargos públicos.
“No vengo en son de guerra sino en son de paz, sin venganza sin rencor”, expresó Humala.
“A los que aún persisten en el encono les pido que bajen sus espadas y sus lanzas y a los que demandan salarios y derechos les digo que no bajen su bandera pero que sepan que todo cambio para ser sostenible debe ser gradual y racional”, dijo al finalizar su mensaje.
Una hora después, Humala se trasladó a Palacio de Gobierno donde tomó juramento a los 18 ministros que componen su gabinete. Como presidente del consejo de ministros juró Salomón Lerner Guittis, el más cercano colaborador de Humala, y como ministro de Economía, Luis Miguel Castilla, quien fue viceministro de Hacienda durante el último año y medio de García.