WASHINGTON.- Los presidentes de EEUU, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron este miércoles el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre sus países y el levantamiento de parte de las restricciones económicas que pesan desde hace 53 años sobre la isla caribeña.
En sendos mensajes televisados a sus naciones, simultáneamente a las 17:00 GMT, Obama y Castro hicieron este histórico anuncio, que permitirá normalizar las relaciones entre dos naciones enemistadas desde 1961, cuando comenzó a aplicarse un embargo económico a Cuba que, para ambos mandatarios, ha sido perjudicial.
Se trata, según el presidente de Estados Unidos, del cambio más significativo en la política de Washington hacia Cuba “en más de cincuenta años”.
Obama dijo que es hora de poner fin a una política hacia Cuba que está “obsoleta” y que “ha fracasado durante décadas”, mientras Castro anunciaba también el “restablecimiento de las relaciones diplomáticas” y “medidas mutuas para mejorar el clima bilateral”.
El acuerdo, en el que mediaron el papa Francisco y Canadá, ha sido posible gracias al intercambio de cinco presos -tres cubanos y dos estadounidenses- y a la liberación del norteamericano Alan Gross, que estaba preso en La Habana desde hace cinco años.
El presidente demócrata estadounidense y el líder comunista cubano hablaron ayer por teléfono para cerrar los últimos flecos de este anuncio, que se hizo público una vez retornaron a sus respectivos países esos prisioneros, entre ellos los tres espías cubanos del llamado “Grupo de los Cinco” que permanecían encarcelados en EEUU.
Los casos de Gross y de “Los Cinco” se habían convertido en una de las principales barreras para el deshielo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
En su mensaje de hoy, el presidente cubano pidió además el fin del embargo económico unilateral decretado por Washington en 1961 mientras Obama reclamaba al Congreso de su país que inicie un debate “honesto” y “serio” sobre su suspensión.
Obama aseguró que apuesta por “una Cuba más libre y más próspera” y tendió una “un mano de amistad” al pueblo cubano, al anunciar medidas como la apertura de embajadas en La Habana y Washington y la flexibilización de las restricciones a los viajes, el comercio y las remesas a Cuba.
El presidente cubano, por su parte, aclaró que, aunque se ha decidido avanzar en la normalización de las relaciones entre los dos países, “esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto” y exigió el fin del “bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos”.
Coincidieron Castro y Obama en agradecer públicamente la mediación del papa argentino y del Gobierno de Canadá para cerrar un acuerdo que pondrá fin a más de cinco décadas de enemistad.
El presidente cubano agradeció el apoyo del Vaticano en el “mejoramiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos” y del Gobierno de Canadá por haber facilitado el diálogo de “alto nivel” entre los dos países.
Por su parte, Obama destacó la implicación “personal” del papa Francisco en el proceso de negociaciones entre su país y Cuba para iniciar.
Según el portavoz del Vaticano, el pontífice “se complace vivamente” por el anuncio del restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, “con el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia”.
La Santa Sede afirmó que en los últimos meses, el papa Francisco ha escrito a ambos mandatarios “invitándoles a resolver cuestiones humanitarias de común interés, como la situación de algunos detenidos”, y que en octubre el Vaticano acogió a las delegaciones de los dos países para apoyar el proceso.