San Cristóbal. En medio de dolor, llanto e impotencia, fueron sepultados ayer en el cementerio de El Pomier, los restos de Johansen Hasiel Galán, Luis Mauri Galán y Raymer Guzmán, tres menores que el pasado sábado murieron asfixiados dentro de un carro.
Ayer, la Policía informó que profundiza las investigaciones del caso, con el fin de determinar si en el hecho actuaron manos criminales.
Precisamente, la madre de uno de los infantes, la señora Johanna Guzmán, pidió a la Policía que investigue el caso hasta las últimas consecuencias con el fin de despejar todo tipo de dudas al respecto.
Sin embargo, la madre de los otros dos, la señora Carolina Galán, dijo que el suceso fue casualidad, que los tres niños salieron a jugar y entraron al carro, lo cerraron y luego no lo pudieron abrir. Según la señora Galán, los niños estaban habituados a salir al vecindario a jugar y eran muy amigos.
La Policía informó que varios equipos de oficiales de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM) profundizan las pesquisas para establecer las circunstancias en que ocurrieron los hechos.
Vecinos consultados coincidieron con la madre de dos de los niños en que en el caso no actuaron manos criminales.
"No había razón para cometer ese hecho, eso fue casual", dijo un hombre que solo se identificó como Braulio.
Los niños murieron asfixiados dentro del carro Toyota Cressida, de color rojo, placa A216234 con los cristales oscuros. Fueron encontrados en el asiento trasero del carro por Juan Pablo Dipré, pariente de dos de los niños.
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