SANTO DOMINGO, República Dominicana.- ubicada en una zona de alto riesgo sísmico, ha adoptado medidas ante la posibilidad de un gran terremoto, sobre todo después de una cadena de sacudidas que durante las últimas semanas agrietaron infraestructuras y pusieron en alerta a la población.
El director del Instituto de Sismología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Eugenio Polanco, dijo hoy a Efe que la nación presenta “una serie de fallas geológicas importantes”, por lo que “no podemos descartar un sismo”.
Ante ese panorama “tenemos que prepararnos para un gran sismo, aunque este no se produzca”, señaló Polanco.
Varios movimientos telúricos, entre ellos uno de 5,4 grados y otro de 5,3 en la escala de Richter, sacudieron el mes pasado parte del territorio nacional agrietando casas, escuelas y edificios, pero también provocando temor y alerta en la población, aunque no hubo muertos ni heridos.
Estos dos temblores son los mayores que se registran en el país desde el de 8,1 grados que se produjo en 1946 y que fue seguido de un tsunami que afectó a la comunidad de Matancitas (en la costa atlántica del noreste dominicano) y el de 6,5 grados que sacudió en 2003 la provincia de Puerto Plata (norte) y que dejó tres muertos y dañó escuelas, viviendas y centros comerciales.
A raíz de las sacudidas del pasado mes entidades oficiales adoptaron medidas ante la posible ocurrencia de un terremoto, mientras aumentan los talleres y conferencias sobre el tema.
El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) organiza un simulacro preventivo, cuya fecha de ejecución no se ha indicado, al tiempo que publicó una guía de orientación sobre qué hacer antes, durante y después de un terremoto.
El país cuenta desde mediados de 2011 con un Plan Nacional de Reducción de Riesgo Sísmico, que fue elaborado a instancia del Gobierno tras el sismo que destruyó gran parte de la capital del vecino Haití, Puerto Príncipe, en enero de 2010 y que dejó más de 300.000 muertos y 1,5 millones de damnificados.
Sin embargo, una de las grandes preocupaciones de los expertos locales en este tema es la vulnerabilidad que presentan muchas de las edificaciones locales a pesar del nivel de riesgo del país.
El director del Instituto de Sismología de la universidad estatal reconoció que si bien en el país hay grandes obras que responden a las normas antisísmicas, también existen otras, especialmente en barrios populares y vulnerables, que se construyeron “sin ningún tipo de criterios”.
Polanco también advirtió de la fragilidad y el deterioro de muchas de las edificaciones de la Ciudad Colonial, en Santo Domingo, que colapsarían si se produjera un fuerte sismo.
Muchas de las obras del país deben revisarse, mientras que otras deben ser intervenidas para evitar mayores consecuencias, dijo.
El presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología Leonardo Reyes Madera, se quejó en una entrevista publica hoy en el periódico local ‘Hoy’ de que el Gobierno no haya atendido las sugerencias de reforzar edificios públicos como escuelas y hospitales.
Esto, señaló, a pesar del potente sismo que afectó hace dos años a Haití, que comparte con la nación la isla caribeña La Española.
El asesor de la Oficina de Evaluación Sísmica de la Presidencia, Rafael Pérez Modesto, dijo esta semana que la Oficina de Evaluación de Vulnerabilidad Sísmica de Infraestructuras y Edificaciones evalúa someter a un proceso sísmico-resistente todas las construcciones levantadas antes de que se aprobara el Código Sísmico vigente.
El plan incluye evaluar unas mil escuelas para tener un diagnóstico, hacerlas sismo-resistentes y evitar de esta manera que colapsen con un eventual terremoto, según el funcionario.
Fuente: noticiassin.com
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