Angélica Rodríguez: "El mueble dominicano tiene mucho potencial"

Angélica es diseñadora de interiores, egresada de UNIBE y docente de INTEC. Diseña y ha construido muebles; de hecho, recientemente publicó el libro denominado ‘El mueble de madera dominicano: Referencias, análisis y perspectivas', donde éste es visto como una herramienta de inclusión social. 

¿Cómo de inclusión social?

Además de ser un objeto que sirve para descansar al cuerpo en distintas posturas, el mueble también puede ser visto como una herramienta de inclusión social, que podría permitir que los sectores sociales más vulnerables tengan acceso igualitario a la industria y a sus beneficios. La inclusión se hace posible porque el mueble es un producto que permite que su diseñador también pueda fabricarlo.

¿Madera o hierro? 

Madera, aparte de que es un material noble, la connotación que tiene hoy día con la ecología y la carga simbólica fuerte, me da una impresión a lo natural, lo genuino.

¿Pero los muebles de madera no son un atentado contra la naturaleza?

Entiendo que no, hay razones concretas. En países civilizados el árbol que se tala se hace expresamente pensando en sustituirlo. Aquí no se tala, por lo menos no legalmente porque está prohibido por ley. La madera que usamos es importada. 

A simple vista, ¿qué refleja un mueble o silla para ti?

Dice muchísimo del uso que se le da, al final te delata. Dice cómo te quieres presentar ante los demás, lo que realmente te importa, cuáles son tus gustos... todo el mundo le hace unos rayos "X" cuando lo ve.

¿Es decir que un mueble habla?

Habla y es la casa.

¿Cómo así que es la casa?

Si se hace una edificación, todos los apartamentos de ese edificio son iguales y se distinguen por los enseres. En este lado del mundo es inconcebible una sala sin muebles y eso habla del mueble como objeto cultural. Podemos compararlo con los muebles japoneses o el apego a lo duradero en comparación con los muebles gringos. O, incluso, cómo nos delata la forma en que limpiamos. El mueble se debe a la cultura que lo usa y por eso, indiscutiblemente, es la casa. 

¿Lo que mejor se te daba en el taller de ebanistería?

El uso eficiente de la madera y el cálculo de medidas.

¿Queda algo vivo de lo que hiciste?

Un mueble en forma de ‘L' con detalle en guano grueso.

¿Apasionada del mueble? 

100 %.

¿Te marcó de niña una sillita de guano?

No, no tenía antes, pero ahora sí la tengo. No tenía la foto típica de niñita en esa silla. 

¿Un buen mueble es funcional?

El mueble perfecto para mí funciona y es cómodo.

También el mueble perfecto... funciona como símbolo...

El mueble dominicano tiene mucho potencial, pero le falta mucho.

¿Qué le falta? 

Diseño. Tenemos mano de obra, materiales... pero falta buen diseño.