La vida transcurre como de costumbre debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez “La 17” luego que el ministro de Obras Públicas anunciara el desalojo y reubicación de 40 viviendas para reparar la deteriorada estructura.El amasijo de tornillos y piezas metálicas oxidadas corona la hilera de modestas casas que desde hace aproximadamente 30 años se han ido levantando en Gualey y Los Guandules, a pocos metros del río Ozama.
Bienvenido Montilla, uno de los primeros en poblar la zona, recuerda con exactitud la fecha en que decidió construir su ranchito debajo del viaducto que conecta la avenida Padre Castellanos con la San Vicente de Paúl. “Fue después del ciclón David. El 8 de abril de 1980. Yo recuerdo que a cada rato la Policía bajaba y tumbaba las casitas, que eran pocas para ese entonces”.
Bienvenido, también guarda en su memoria el día en que una plancha de metal se desprendió del puente y rajó en dos su casa. “Eso fue para el ciclón Georges, nosotros estamos vivos de casualidad. De ahí pa´ ca tuve que hacer la casita de block”, afirma.
Como él, los moradores de la zona narran que frecuentemente del puente “llueven” pedazos de concreto, tornillos y otras piezas metálicas, pero también suicidas, que cansados de la vida se lanzan al vacío para abrazar la muerte. “Ahí en esa calle se abrió un hombre que se tiró de allá arriba, hace como un año”, cuenta Confesora Echavarría.
Una promesa de décadas
Las promesas de reparación del puente se cuentan por docenas, pasando de gobierno a gobierno, mientras la gente aguarda resignada a un posible desalojo que no acaba de llegar.
“Aquí han venido cantidad de veces a tirar fotos, a medir, pero nunca se concreta nada. Pensamos que si se va a hacer algo no es cuestión de 40 casas como están diciendo. El desalojo debe abarcar todo el perímetro desde la calle Respaldo 17 hasta la calle B, que son como 300 casas”, afirma la dirigente comunitaria, Anulfa Ferreira.
Ferreira señala que hasta el momento ninguna autoridad de Obras Públicas ha ido a la zona para explicarles en qué consiste el proyecto y cómo se harán los trabajos. “Ellos deben sentarse a hablar con la gente y escuchar los problemas y verificar cuántas casas están afectadas. Esto no es un trabajo de capa asfáltica, es de estructura”, enfatiza.
La mayoría de personas consultadas por elCaribe coinciden en que la reubicación debe ser total y no limitarse a las viviendas que se ubican debajo de la estructura vial.
Obras Públicas llamará a licitación pública
El titular de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, anunció el pasado miércoles que este mismo mes convocará a una licitación pública para la adjudicación de la obra, que implicará el desalojo y reubicación de alrededor de 40 familias. El funcionario expresó que los trabajos consistirán en la pintura, colocación de alrededor de dos millones de tornillos, protección del nuevo cableado y de los elementos metálicos para evitar que sean robados.
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