CLEVELAND.- Una vecina dice que vio a una mujer desnuda que andaba a gatas en el jardín trasero hace varios años y llamó a la policía. Otro dice que escuchó golpes en algunas de las puertas de la casa, que tenía bolsas de plástico en las ventanas en lugar de cristales, en noviembre de 2011.
En ambas ocasiones, la policía llegó al lugar y tocó en la puerta principal, relatan los vecinos. Los agentes también fueron al lugar en el 2004, pero nadie respondió a la puerta.
Ahora, después que tres mujeres que se habían esfumado hace una década fueron halladas el lunes cautivas en la vivienda desvencijada, la policía de Cleveland se ve rodeada de varias interrogantes por segunda vez en cuatro años sobre su manejo en casos de personas desaparecidas. Ahora, las autoridades realizan una investigación interna a fin de determinar si pasaron algo por alto.
El director de seguridad municipal, Martin Flask, dijo el martes que los investigadores no tienen registros de que alguien llamara para reportar actividad inusual en la casa, pero verifican los bancos de datos de la policía, bomberos y servicio de emergencia.
Las tres mujeres fueron rescatadas después que una de ellas rompió de un puntapié la parte baja de una puerta con tela metálica y usó el teléfono de un vecino para llamar al 911.
La voz de la mujer se escuchaba desesperada y sin aliento, al tiempo que contenía las lágrimas.
"Ayúdenme. Soy Amanda Berry", declaró a una operadora del servicio de emergencias. "Fui secuestrada y he estado desaparecida por 10 años y estoy, estoy aquí; ahora estoy libre".
Berry, de 27 años; Michelle Knight, de 32, y Gina DeJesus, de unos 23, al parecer habían estado cautivas en la casa desde su adolescencia o desde que tenían unos 20 años, señaló el jefe policial Michael McGrath.
Las autoridades arrestaron a tres hermanos de entre 50 y 54 años, nacidos en Puerto Rico. Uno de ellos, el ex conductor de autobús escolar Ariel Castro, de 52 años, era el propietario de la casa, situada en un vecindario donde abundan las viviendas con las ventanas selladas con tablas de madera. Los otros son Pedro Castro, de 54, y Onil Castro, de 50. Hasta el momento no se les han presentado cargos formales.
En la vivienda también se encontró a una niña de seis años que se cree es hija de Berry, dijo el subjefe de policía Ed Tomba. No indicó quién es el padre.
"Nuestras oraciones han sido escuchadas finalmente. La pesadilla ha terminado", manifestó Stephen Anthony, jefe del FBI en Cleveland. "Estas tres jóvenes nos han relatado los detalles sin precedentes de supervivencia y perseverancia. Ahora pueden comenzar su proceso de recuperación", destacó.
"No se puede expresar en palabra la emoción que sentimos todos. Sí, los profesionales del orden público también lloramos".
Las autoridades no informaron si las mujeres estaban atadas dentro de la casa o si alguna de ellas había sido violada. La policía indicó que intenta ser cuidadosa al interrogar a las mujeres, dado el trauma que soportaron.
Hace cuatro años, en otra zona de la ciudad, similar a ésta, la policía de Cleveland fue acremente criticada después del descubrimiento de los cadáveres de once mujeres en la vivienda y en el patio de Anthony Sowell, quien después fue hallado culpable de homicidio y fue condenado a la pena de muerte.
Los familiares de las víctimas de Sowell acusaron a la policía de no haber investigado debidamente las desapariciones porque la mayoría de las mujeres eran pobres y adictas a las drogas. Durante meses, el olor putrefacto de los cadáveres se sentía alrededor de la casa, pero se responsabilizó a una fábrica de embutidos situada a un costado.
Ante la protesta pública por los asesinatos, se formó una comisión recomendada por el alcalde a fin de se reestructure el manejo de las investigaciones de personas desaparecidas o delitos sexuales.
En esta ocasión, dos vecinos dijeron que habían llamado a la policía con respecto a la casa de los Castro en distintas ocasiones.
Pero los investigadores dijeron el martes que no tienen registros de ninguna pista o llamada que hubieran recibido para denunciar presuntas actividades delictivas dentro de la casa en los años posteriores a la desaparición de las víctimas. Sin embargo, indicaron que aún están verificando sus registros.
Dos vecinos dijeron haber estado lo suficientemente preocupados por lo que vieron en la casa como para llamar a la policía en dos ocasiones.
Elsie Cintrón, que vive a tres casas de distancia, dijo que su hija vio en una ocasión a una mujer desnuda que andaba a gatas en el jardín trasero hace varios años y llamó a la policía.
"Pero ellos no se lo tomaron en serio", afirmó.
Otro vecino, Israel Lugo, dijo que escuchó golpes en algunas de las puertas de la casa de Castro.
Lugo dijo que los agentes tocaron en la puerta principal, pero nadie respondió.
"Caminaron a un costado de la casa y luego se fueron", señaló.
Los vecinos también dijeron que a veces veían que Castro se iba caminando con una niña pequeña a un área de juegos infantiles en el vecindario. Y Cintrón recordó que una vez vio a una niña pequeña que se asomaba por la ventana del ático de la casa.
Las tres mujeres, que parecían gozar de buena salud, fueron trasladadas a un hospital para que se les evaluara y se reunieran con sus familiares. Fueron dadas de alta del Centro Médico Metropolitano el martes por la mañana. La policía dijo que fueron trasladadas a un lugar en los suburbios, cuya ubicación no fue revelada.
Un letrero afuera de la casa de los padres de DeJesús decía "Bienvenida a casa Gina".
Su tía Sandra Ruiz les dijo a los periodistas que pudo ver a las tres.
"Esas niñas, esas mujeres son tan fuertes", afirmó. "Lo que hemos hecho en 10 años no es nada en comparación con lo que esas mujeres han hecho en 10 años para sobrevivir".
Los investigadores celebraron la noticia casi tanto como los familiares.
El vecino Juan Pérez declaró a la cadena televisiva NBC que pocas veces vio a Castro o a nadie más en la vivienda.
"Yo creía que la casa estaba vacía. Pensaba que probablemente él tenía otra propiedad y sólo venía a ver que todo estuviera bien", señaló Pérez. "Ni siquiera sabía que alguien vivía allí".
El escape y rescate de las mujeres comenzó con un grito desesperado para solicitar ayuda.
Un vecino, Charles Ramsey, declaró a la televisora WEWS-TV que escuchó los gritos el lunes y vio a Berry, a quien no reconoció, tras una puerta que sólo se podía abrir lo suficiente como para permitir deslizar una mano. Ella intentaba salir a toda costa y pidió ayuda para contactar a la policía.
"Escuché gritos", agregó. "Estoy comiendo mi (hamburguesa) McDonald's. Salgo. Veo a esta chica desesperada en su intento por salir de una casa".
La vecina Anna Tejeda estaba sentada en su terraza con amigos cuando escucharon que alguien gritaba al otro lado de la calle y pateaba una puerta. Tejeda dijo que uno de sus amigos fue allí y le dijo a Berry cómo patear la mampara que cubría la parte baja de la puerta, lo que le permitió salir arrastrándose.
Tejeda dijo que Berry, vestida en piyama y sandalias viejas, estaba nerviosa y lloraba.
Knight desapareció en 2002 a los 20 años y ahora tiene 32, dijo la policía. Berry fue vista por última vez a los 16 años el 21 de abril de 2003, cuando le llamó a su hermana para decirle que le iban a dar un aventón desde su trabajo en un restaurante Burger King.
Aproximadamente un año después, DeJesús desapareció a los 14 años mientras regresaba a su casa desde la escuela.
Berry tiene ahora 27 años, de acuerdo con el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados. Las autoridades no proporcionaron la edad actual de DeJesús.
Los intentos por contactar a Ariel Castro en la cárcel el lunes fueron infructuosos.
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