En los últimos siete años se ha registrado en el país un número de secuestros cercano a los 200 casos. Algunos no figuran en estadísticas oficiales, pero han sido recogidos en reportes periodísticos. El 2005 fue un año riguroso en actividades criminales. Individuos asociados a bandas ejecutoras de secuestros, un modo de vida delictivo a expensas del dolor de las víctimas, llevó a cabo 20 secuestros en doce meses. Doce ocurrieron en Santo Domingo Oeste, Santo Domingo Este y el Distrito Nacional, y uno individual en Santiago, La Vega, Dajabón, San Luis, Villa Altagracia, Azua, San Pedro de Macorís y El Seibo. No hubo asesinato de secuestrados, pero se pagaron colectivamente 3 millones 259 mil pesos en rescates. Llegó el 2006 y el 21 de febrero, en la jefatura del teniente general Bernardo Santana Páez, un niño de 5 años, hijo del empresario Federico Antonio Guerrero (Tony), fue secuestrado en Santo Domingo. El culpable de este hecho fue Carlos Miguel Pérez Figuereo (Manota).
Cuando fue capturado admitió su culpa y dijo que le pagaron 200 mil pesos. Vinculó en el hecho a un teniente de la Policía identificado como “El Pachá” y a Ivonne Mendoza Heredia. Un tribunal lo condenó a 30 años de cárcel.
La española Mercedes Robles de La Vega fue secuestrada en agosto de 2006. Por su liberación fue pagada una alforja de RD$4.0 millones. Los secuestradores pedían RD$8.0 millones.
El comerciante José Lino Ceballos, de Santiago, fue secuestrado a inicios de enero. El suyo fue un caso muy extraño porque sus captores lo dejaron libre pocos días después, sólo advertido de que volverían tras él en los próximos dos meses. Querían cobrarle una deuda que presuntamente tenía pendiente en Nueva York.
El día 11 del mismo mes, el cubano-norteamericano Armando López Estrada fue sacado violentamente de un lugar en Villa Duarte donde regentaba una traba de gallos, por cuatro hombres que lo llevaron hasta una casa abandonada, en el sector La Caleta. En este, como otros tantos casos, quedaron oscuros los motivos.
Dos ejecutados
Este mal golpeó el 13 de enero al comerciante Luis Alberto Medina, cuando un grupo de delincuentes ingresó a su residencia, en la calle 4 de agosto, en Los Mina, y lo secuestró.
A la semana siguiente, el 20 de enero, fueron asesinados, después de ser secuestrados, Tommy Jennsy Infante Honores y José Eduardo Honoret García, en el cruce de Controbas, entre La Vega y Santiago, donde residían. Su caso no fue, según se conoció después, una operación por rescate, sino una acción típica de “ajuste de cuentas”, por asuntos de drogas. Los mataron de varios tiros a la cabeza, brazos y espalda. Víctimas y victimaros formaban parte de un grupo autonombrado “Los Rubiasos”, en Santiago. Ese mismo año se produjo el secuestro del empresario Andrés Zabater, por cuyo rescate su familia pagó RD$5.0 millones.
El 23 de marzo de 2007, una banda compuesta por dominicanos, haitianos y colombianos secuestró al comerciante colombiano Juan Francisco Gobaira. Su familia, radicada en el país, pagó RD$1.2 millones.
El 26 de junio, la catedrática universitaria María Vianny Corona Suriel, mujer de confianza del rector de la Universidad Abierta para Adultos, de Santiago, doctor Ángel Hernández, secuestró a un nieto del decano, a quien exigía, con tres cómplices, incluyendo a un tío de la víctima, 8.0 millones de pesos por su liberación.
Corona Suriel, psicóloga de profesión, fue condenada a 30 años de prisión. Un tribunal repartió 60 años de cárcel para el tío del menor, Francisco Emilio Corona, y sus cómplices José Alexander Rodríguez y Amauris de Jesús Peralta. En septiembre fue secuestrado el comerciante santiagués Rolando González, hecho del que fue acusado Rafael Villas Cartagena. Quince días después se consumó su libertad, en Azua.
En abril, la familia Araujo Estrada pagó RD$2.5 millones por el rescate del joven Miguel Araujo Estrada.
El 12 de octubre, una madre y su hijo fueron secuestrados por su ex novio y otro cómplice. Exigieron un rescate de 30 mil pesos, pero fueron apresados cuando iban a retirar el dinero de un negocio de envío de divisas, en la avenida Isabel Aguiar, en Santo Domingo.
El 12 de octubre fue secuestrado Yoni Rafael Grullón, oriundo de La Vega. Fue asesinado dos días después, según determinó el forense que examinó el cadáver, el cual fue encontrado el 3 de marzo de 2008. Para su liberación, el grupo que lo secuestró había pedido 600 mil pesos a su familia. El reclamo no fue cumplido y entonces Grullón fue ejecutado.
El secuestro de Nadio
A la entrada del año 2008, cinco hombres secuestraron el 9 de enero, en Nagua, al comerciante Nadio González. Su familia pagó RD$5.0 millones de RD$35 millones que exigían por su libertad. Ese mismo mes, un grupo de narcotraficantes que buscaba un cargamento de drogas “bombardeado” en Guayubín, desde una avioneta, secuestró al agricultor Luis Ernesto Rivas, a su esposa y a un hijo, al sospechar que habían encontrado el material. La Policía rescató a la familia y la regresó sin daños a su hogar.
También a inicio de enero, haitianos armados secuestraron a dos obreros, próximo a Dajabón, cuando dragaban arena en el río Masacre, en represalia por una incursión de 50 ganaderos locales que cruzaron hacia Haití para reclamar vacas y caballos que alegaban fueron robados por haitianos. Luego fueron liberados por la policía haitiana y entregados a funcionarios dominicanos.
En febrero, tres hombres raptaron a una joven en Santiago, por la que pidieron 200 mil pesos para entregarla con vida. Luego, en una decisión inusual en este delito, la liberaron, sin explicación, en la carretera de Jacagua. Hubo comentarios de que la familia negoció su rescate, al margen de la acción policial.
Aún febrero a su paso, unidades antisecuestros liberaron en Santo Domingo, en medio de una balacera con delincuentes, a dos hermanas plagiadas en el municipio Boca de Yuma, de la provincia La Altagracia. El precio puesto para su rescate fue de 300 mil pesos.
A mediados de septiembre de 2008, los hermanos Ana Josefa Bueno Muñoz, de 18 años, y Juan Manuel Bueno Muñoz, de 20, estudiantes universitarios de Santiago, fueron rodeados por delincuentes haitianos ilegales, en su azote durante décadas en esa y otras provincias del Cibao, llevándoselos a su apartamento de estudios y, después de varias horas con ellos, les robaron una computadora portátil y dinero, y luego los dejaron en un barrio de la ciudad.
Los hermanos Muñoz residían en el barrio Monterrico, de Cienfuegos. Compartían el apartamento 34, en el edificio 10, de la avenida Tamboril. Estudiaban en el Centro Universitario Regional de Santiago (CURSA). Los haitianos usaron armas blancas y una sustancia en un envase que entonces se dijo era un tipo de spray neutralizador de las víctimas.
El 5 de noviembre, un grupo armado secuestró al comerciante Luis Manuel Lantigua Saladillas en su residencia de la calle Billo Frometa, en San Francisco de Macorís. Para evitar que lo mataran, la familia pagó RD$3.0 millones por su liberación. Trece días después, el 18, fue dejado libre, a las tres de la madrugada en Piedra Blanca, de Bonao. El jefe de la Policía era el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín. No se sabe cuánto fue cobrado por el rescate. La Policía acusó de este hecho a Cecilio Díaz, muerto después por agentes de la institución en el final del secuestro del joven Eduardo Baldera. También inculpó a Arcadio Genao (El Chino).
El lunes 17 de noviembre fue secuestrado en San José de Ocoa el anciano Bienvenido Chalas Calderón, de 88 años. Fue liberado el miércoles 19. Por su rescate fue pedido un monto elevado de dinero, en dólares, pero nunca se conoció la cantidad.
Ese mismo mes fue secuestrada, en Sabana Perdida, la niña Yohanna Licelot Aracena Castillo, de 13 años. Fue rescatada por la Policía en medio de una balacera. En el acto murió uno de los secuestradores.
La pequeña de Ocoa
El lunes 8 de diciembre fue secuestrada una niña de 11 años, de San José de Ocoa, cuando caminaba al Colegio La Altagracia, en el barrio Vija, de ese municipio. Dos días después, el miércoles 10, el jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, confirmó el secuestro de la niña.
Por su rescate hubo un pedido de 30 mil dólares. El hecho ocurrió alrededor de la 1:30 de la tarde de ese día. Tres horas después, la familia recibió una llamada telefónica en la que los secuestradores pedían 30 mil dólares para dejarla libre.
La madre de la menor, Bel-kys Theany Santos Brea, de 45 años, fue advertida entonces de sufrir represalias si notificaba el caso a las autoridades. La pequeña fue finalmente liberada.
La noche del 1? de febrero del 2009, dos hombres secuestraron en Los Jobitos, San Rafael del Yuma, Higüey, a las mellizas Ingrid Candy Rondón y Candy Ingrid Rondón, de 27 años. Las jóvenes mujeres fueron sorprendidas cuando viajaban por una calle de esa localidad. Los secuestradores pidieron 600 mil pesos de rescate. Dos días después, la madrugada del martes 3 de febrero, una unidad antisecuestro las liberó, en medio de un tiroteo con los secuestradores, en la comunidad El Toro, del municipio Guerra, en Santo Domingo. En la ocasión terminó herido Miranda Evangelista, un transeúnte que estaba en las cercanías del suceso. Escaparon Ángel Gabriel López Romero, Francisco Guillermo y Rafael Rincón.
El viernes 20 de febrero fue secuestrado en Madre Vieja, San Cristóbal, el niño Yordany Lora Mercedes. El pedido de rescate fue de 300 mil pesos. Su padre es el comerciante Francisco Antonio Lara Germán, quien residió durante años en Estados Unidos.
Eduardo Baldera
A las 8:00 de la noche del viernes 18 de septiembre, el estudiante Eduardo Baldera Gómez (Eduardito), de 20 años, hijo del casacambista Francisco Eduardo Baldera, fue secuestrado por hombres vestidos de uniforme militar y armados con metralletas Uzis. Por su rescate pidieron 5.0 millones de dólares a sus padres, a quienes presionaron bajo esta amenaza: “si no (pagan), lo matamos”.
La Policía arrestó a Carlos Paulino Lachapelle, Virgilio Burgos Prado, Leodimir Quezada Rojas, Elérsido Díaz Cordero, Narkelis Alvarado Bonilla, José Luis Caba Tineo (Chómpiras) y a Yeufry Valentín Rosario. Después se entregó Rafael Ubaldo Rodríguez Méndez, quien identificó a Cecilio Díaz como jefe de la banda que planificó el secuestro. Yeufry Valentín Rosario Colón y Carlos Paulino Lachapelle dijeron entonces temer por sus vidas porque en el hecho había involucradas “personas de mucho poder”.
Baldera fue rescatado en Villa Vásquez, Monte Cristi, tras escapar cerca de una playa de la zona, según un informe del coronel Rafael Minaya, jefe del departamento de policía de Monte Cristi. Estuvo 23 días en cautiverio. La Policía mató a dos de los secuestradores.
El lunes 19 de octubre de 2009, un niño de cinco años, hijo del ingeniero San Agustín Jiménez, fue secuestrado en Santiago por tres hombres y una mujer, quienes pedían un rescate por su liberación.
Dos días después, el miércoles 21, escuadrones especiales del equipo Swatt, de la Policía, rodearon un apartamento de la calle Beller, en Mao, donde tenían al niño. La familia no llegó a pagar el rescate reclamado por los malhechores.
La Policía arrestó a José Rafael Rodríguez y a otro hombre identificado como “Antonis”, quienes fueron acusados del secuestro. La madre del niño es Luz del Alba Peña, residente en la urbanización El Embrujo I, de Santiago.
Durante la segunda semana de febrero, del 2009, hombres armados irrumpieron en la vivienda del holandés Tony Eijkemans, de 68 años, en San José de Ocoa, y se lo llevaron en un auto.
Sus captores no pidieron dinero por su rescate. Por el rescate del empresario Lantigua, secuestrado en su residencia de San Francisco de Macorís, fueron pagados RD$3.0 millones, con la intermediación del padre Rogelio Cruz, y éste fue dejado libre cerca de Bonao, tras 13 días de cautiverio.
En la madrugada del 27 de marzo, del mismo año, tres rasos de la Policía y dos civiles secuestraron, y luego mataron, a Roberto Sabino (El Mello), en la comunidad de Guerra, por su rescate exigían RD$400,000. Joneurys Torres Paredes, José Noel Guevara y Natanael Anglón de León, fueron culpados del hecho.
SECUESTROS AFECTAN A LOS NIÑOS Y ANCIANOS
EL 4 DE MARZO DE 2009, Samuel Antonio Holguín, de 45 años, fue condenado a 20 años de prisión, 10 años después de haber secuestrado, violado y torturado durante más de diez años a una hija suya, Yuri Argentina Holguín Espinosa, hoy con 28 años de edad.
EL 24 DE AGOSTO fue secuestrada en Baní la señora Nery Custodio y una menor hija suya, de 11 años de edad. Ocurrió en la calle Duarte, próximo al Colegio Nuestra Señora de Fátima. Los culpables fueron tres hombres que viajaban en dos motocicletas. Otra menor, de 12 años, escapó. Pidieron RD$1.0 millón por su libertad.
EL 9 DE SEPTIEMBRE fue secuestrado en Moca el agricultor Neftalí Moreta Rosa y el italiano Federico Dalmaso, en Boca Chica. Por la liberación de este último se pagó RD$1.0 millón.
El niño Ismael León, de dos años, hijo de una haitiana y un africano, fue secuestrado en octubre de 2010, en Santiago, por cuatro hombres, para cobrarle una deuda al padre, Jan Marco Pie. El autor del secuestro fue Onelvi Jiménez Fernández. La policía rescató al menor el 4 de octubre, en Nagua.
EL 30 DE DICIEMBRE DE 2010 fue secuestrado el ingeniero Gerineldo Maríñez Bautista, de 49 años, propietario del dealer “Maríñez Motors”. Su familia pagó 50,000 dólares por su rescate.
Fue dejado libre en la avenida 6 de Noviembre, próximo al centro de diversión El Viajero, después que su familia pagó la alta suma de dinero por su liberación.
EL 30 DE DICIEMBRE DE 2010, José Antonio Brito fue arrestado en La Cumbre, entre Santiago y Puerto Plata, un hombre que simuló un secuestro, con el fin de “sensibilizar” a su ex esposa, María de los Ángeles Abreu, para una reconciliación. Fue apresado mientras llamaba solicitando su rescate. Una hermana suya, Altagracia Brito, hizo el reporte del “secuestro” a la policía.
EL 8 DE ENERO DE 2011, fue secuestrado el ingeniero Gerineldo Maríñez Bautista. La policía arrestó al taxista Eduardo Alejandro Cepeda (El Coyote), Luis Alfredo Padilla, César Alejandro Cepeda (Él y otro identificado como Edwin usaron tres vehículos, atuendo militar y armas de fuego. La familia pagó por su rescate y el grupo dejó libre a Bautista en la avenida 6 de Noviembre.
EL 6 DE FEBRERO DE 2011, Niurki Germosén, hija del ex alcalde perredeísta de Tamboril, Eddy Germosén, fue raptada en su residencia, en Tambori, y liberada dos días después en la avenida Hispanoamericana. La Policía dijo que el secuestro fue por un “tumbe” de cuatro kilos de cocaína hecho por un hijo de Niurki, en Estados unidos, identificado como Eddy Germosén, a un socio.
EL 25 DE ENERO DE 2011, Juan Alberto Báez Rosario, un joven de 22 años, simuló haber sido secuestrado en Moca. El fin era obtener 250 mil pesos de su padre, Juan Antonio Tavares. La familia, siguiendo un consejo de la Policía, lo depositó en una cuenta de ahorro donde él, al ir a retirarlos, fue arrestado.
EL 4 DE MARZO DE 2011, un menor de ocho años fue raptado por su padre, el suizo Marcos Giuseppe Streit, en la fiscalía de menores de Puerto Plata. La madre del niño es María Virginia Dorrejo.
EL 10 DE MARZO DE 2011, la Policía rescató a dos turistas canadienses secuestrados por un grupo que exigía 15,000 dólares. Imad Ibrahim y Nicolás Laquis fueron atrapados por dos hombres armados cuando conducían un vehículo por el centro turístico costero de Sosúa. Ibrahim fue llevado a un casino, para que buscara el dinero. Allí intervino la Policía, lo liberó y arrestó a Raffy Matos Silverio y luego rescató a Laquis. Ahí fueron detenidos los que lo custodiaban. Un Tribunal impuso un año de prisión preventiva contra Melo Silverio y a Ricardo Chinden (Ricky). Es el primer trimestre del 2011 y todavía este crimen sigue alimentándose, con su brutalidad, de las penas y el dolor humano.
Fuente Informativa listindiario.com
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