SAN JOSÉ DE OCOA, República Dominicana.- Las comunidades de Rancho Arriba y Nizao-Las Auyamas, en la provincia San José de Ocoa, se han convertido en pueblos fantasmas, donde sus residentes viven en la extrema pobreza.
Con solo dos humildes sillas y unos pocos ajuares vive Esther María, de 18 años, junto a sus dos pequeños en la comunidad La Volcaina de Rancho Arriba, en San José de Ocoa.
En igual o peores condiciones viven cientos de personas en la zona. A media mañana Juanita Mejía, quien es madre soltera con cinco hijos sólo alcanzó a cocinar media libra de arroz que le regaló un vecino.
La mayoría de los ocoeños vive de la agricultura, pero hoy día la actividad está en decadencia.
Hasta la educación es difícil en estas aldeas, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por hacer llegar la tecnología hasta esta zona del país.
La salud de la gente también está en peligro debido a la polvareda de sus calles.
El 66.2% de los hogares viven en condiciones de extrema pobreza, según el censo del 2002. Vecinos de estas localidades critican la faltan de inversión social en la zona, por lo que llaman al Gobierno acudir en su auxilio de inmediato.
Fuente: noticiassin.com
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