SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los parientes de un joven evangélico, de 15 años, murió este viernes de tres disparos a manos de presuntos policías que viajaban en una motocicleta reclaman justicia.
Las líricas del piano en la Iglesia Cristiana Moca ya no sonarán en los oídos de los feligreses que siempre admiraban al adolescente Robert Reyes.
El jovencito, cuyo cuerpo ahora yace en un ataúd, fue impactado por varios disparos cuando alegadamente agentes de la policía lo habrían confundido con un delincuente.
Además de sus actividades religiosas, el joven trabajaba como ayudante en un almacén de alimentos ubicado en la calle 42 de Capotillo, donde residía.
Los vecinos que vieron crecer a Robert lo describen como un joven tranquilo y reclaman que su crimen no quede impune.
De acuerdo a los dolientes del adolescente, él encontró la muerte cuando salió de la iglesia y se dirigió a comprar una funda de agua.
Fuente: noticiassin.com
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