WASHINGTON.- EE.UU. se ha enfrentado en las últimas horas al peor sistema de tormentas y tornados desde 1974, que se ha desplazado del sur al noreste dejando tras de sí una estela de edificios destruidos, personas desaparecidas y al menos 250 muertos.
La decena de estados afectados por el desastre se enfrentaban hoy a las crudas secuelas de los 164 tornados que se han registrado desde el lunes entre Misisipi y Nueva York, ante la alerta del Gobierno de que las tormentas volverían a abatirse hoy sobre los estados del sur.
La mayor parte de los esfuerzos federales se concentraron en Alabama, convertido en el estado más afectado por la catástrofe con una cifra oficial de 162 muertos y cientos de miles de hogares destruidos y sin electricidad.
El presidente Barack Obama anunció hoy que viajará mañana al estado sureño para visitar algunas de las zonas afectadas y reunirse con familias, funcionarios estatales y locales y con el gobernador Robert Bentley.
Además, se han registrado 33 muertes en Tennessee, 32 en Misisipi, 14 en Georgia, 8 en Virginia y al menos una en Kentucky, según los últimos recuentos de las agencias de gestión de emergencias estatales.
El total de víctimas es el más alto desde que una oleada de tornados mató a más de 300 personas en 1974, y el temporal, el peor que recuerdan la mayoría de los habitantes de los estados.
En la ciudad de Tuscaloosa, probablemente la más devastada de Alabama con al menos 36 muertos, el residente James Sykes definía el tornado como "un monstruo silencioso", que se movía "a un ritmo muy rápido" y "destrozaba todo lo que encontraba a su paso", según declaró a la cadena CNN.
"No sé cómo ha podido sobrevivir alguien", señaló por su parte el alcalde de esa localidad, Walter Maddox. "Aquí estamos acostumbrados a los tornados. Pero ver una ruta de destrucción que se extiende en un área de 8 y 11 kilómetros de largo y un kilómetro de ancho... es una escena sobrecogedora", añadió Maddox, que asegura que no reconoce algunas partes de la ciudad.
En el pueblo de Rainsville (Alabama), la policía encontró 25 cuerpos en un área de aparcamiento, mientras en la localidad de Athens una planta nuclear se quedó el miércoles sin energía eléctrica y permanecía hoy cerrada.
Unos 2.000 miembros de la Guardia Nacional se han desplegado en Alabama para reforzar las tareas de restauración de edificios y rescate de los cientos de desaparecidos en la situación de "devastación masiva" que vive el estado, en palabras del gobernador Bentley.
Obama declaró el miércoles el estado de emergencia en Alabama y se mostró "dispuesto a seguir ayudando" al estado y a los ciudadanos afectados pese a la imposibilidad de conocer la amplitud de los daños hasta dentro de "unos días más".
Las televisiones nacionales y estatales muestran un sinfín de casas destrozadas y calles irreconocibles, como las de Nueva York, que quedaron inundadas el miércoles, mientras el río Misisipi rebasaba hoy los límites de emergencia.
El temporal se produjo sin apenas dar un respiro a los afectados por otro sistema de tormentas que mató esta misma semana a 10 personas en Arkansas y a una en Misisipi, y sólo dos semanas después de otra ráfaga de tornados que cortó la electricidad a millones de hogares en Alabama.
Mientras las autoridades se preparan para un aumento aún mayor del número de víctimas, algunos meteorólogos prevén ya que el temporal pueda superar al peor del que se tiene memoria en el país: el que en mayo de 1925 dejó 695 muertos en decenas de estados.
La decena de estados afectados por el desastre se enfrentaban hoy a las crudas secuelas de los 164 tornados que se han registrado desde el lunes entre Misisipi y Nueva York, ante la alerta del Gobierno de que las tormentas volverían a abatirse hoy sobre los estados del sur.
La mayor parte de los esfuerzos federales se concentraron en Alabama, convertido en el estado más afectado por la catástrofe con una cifra oficial de 162 muertos y cientos de miles de hogares destruidos y sin electricidad.
El presidente Barack Obama anunció hoy que viajará mañana al estado sureño para visitar algunas de las zonas afectadas y reunirse con familias, funcionarios estatales y locales y con el gobernador Robert Bentley.
Además, se han registrado 33 muertes en Tennessee, 32 en Misisipi, 14 en Georgia, 8 en Virginia y al menos una en Kentucky, según los últimos recuentos de las agencias de gestión de emergencias estatales.
El total de víctimas es el más alto desde que una oleada de tornados mató a más de 300 personas en 1974, y el temporal, el peor que recuerdan la mayoría de los habitantes de los estados.
En la ciudad de Tuscaloosa, probablemente la más devastada de Alabama con al menos 36 muertos, el residente James Sykes definía el tornado como "un monstruo silencioso", que se movía "a un ritmo muy rápido" y "destrozaba todo lo que encontraba a su paso", según declaró a la cadena CNN.
"No sé cómo ha podido sobrevivir alguien", señaló por su parte el alcalde de esa localidad, Walter Maddox. "Aquí estamos acostumbrados a los tornados. Pero ver una ruta de destrucción que se extiende en un área de 8 y 11 kilómetros de largo y un kilómetro de ancho... es una escena sobrecogedora", añadió Maddox, que asegura que no reconoce algunas partes de la ciudad.
En el pueblo de Rainsville (Alabama), la policía encontró 25 cuerpos en un área de aparcamiento, mientras en la localidad de Athens una planta nuclear se quedó el miércoles sin energía eléctrica y permanecía hoy cerrada.
Unos 2.000 miembros de la Guardia Nacional se han desplegado en Alabama para reforzar las tareas de restauración de edificios y rescate de los cientos de desaparecidos en la situación de "devastación masiva" que vive el estado, en palabras del gobernador Bentley.
Obama declaró el miércoles el estado de emergencia en Alabama y se mostró "dispuesto a seguir ayudando" al estado y a los ciudadanos afectados pese a la imposibilidad de conocer la amplitud de los daños hasta dentro de "unos días más".
Las televisiones nacionales y estatales muestran un sinfín de casas destrozadas y calles irreconocibles, como las de Nueva York, que quedaron inundadas el miércoles, mientras el río Misisipi rebasaba hoy los límites de emergencia.
El temporal se produjo sin apenas dar un respiro a los afectados por otro sistema de tormentas que mató esta misma semana a 10 personas en Arkansas y a una en Misisipi, y sólo dos semanas después de otra ráfaga de tornados que cortó la electricidad a millones de hogares en Alabama.
Mientras las autoridades se preparan para un aumento aún mayor del número de víctimas, algunos meteorólogos prevén ya que el temporal pueda superar al peor del que se tiene memoria en el país: el que en mayo de 1925 dejó 695 muertos en decenas de estados.
Fuente: diariolibre.com
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