Londres (CNN) — El príncipe Guillermo deslizó este viernes el anillo de oro en el dedo Catalina Middleton, y la pareja se juró amor, comfort, honor y mantenerse como la boda real más grande en Londres en las últimas tres décadas.
Suenan las campanas en Londres y las multitudes alzaron emocionados sus banderines cuando Catalina Middleton entró a la abadía de Westminster para casarse con el príncipe Guillermo, segundo al trono británico.
Middleton usó un vestido marfil y blanco de satín con mangas y hombros de encaje, diseñado por Sarah Burton, de la casa de modas Alexander McQueen.
"Te ves hermosa", le dijo el príncipe cuando llegó al altar del brazo de su padre Michael.
Guillermo usó el uniforme de coronel de la Guardia Irlandesa, un saco escarlata y faja azul. Su hermano, el príncipe Harry, lo acompañó en su camino dentro de la abadía.
Las multitudes celebraron la llegada de su auto y aplaudieron durante su breve recorrido de Clarence House a la Abadía. Y después el público rugía y se agitaba mientras la pareja pasaba en un carruaje descubierto rumbo al palacio de Buckingham después de la ceremonia.
La policía informó que un millón de personas se congregó en la ruta de la boda de este viernes.
Guillermo y Catalina aparecieron ante medio millón de seguidores en uno de los balcones del palacio e intercambiaron un beso rápido en los labios, luego volvieron a juntar sus labios un momento después.
Aviones de la Real Fuerza Aérea volaron sobre la multitud y el palacio, el clímax oficial de la celebración.
El príncipe y la duquesa entraron al palacio para la recepción que encabezaría la reina Isabel II para 650 personas, y en la que se incluirán un pastel de bodas de ocho pisos, el palacio anunció.
La pareja será conocida como el duque y la duquesa de Cambridgedespués de su boda, según anunció la familia real justo antes de la boda, evitando dar a la nueva integrante de la familia cualquier título que la compare implícitamente con Diana, princesa de Gales.
Los monárquicos más devotos llegaron días antes del evento y acamparon con sus banderas del Reino Unido estampadas en ropa, tiendas de campaña y hasta en sus rostros. Hay quienes incluso viajaron de países lejanos, como Colombia.
Medio millón de personas que no recibieron una de las 1,900 invitaciones a la abadía de Westminster vieron el evento en pantallas gigantes en Hyde Park en el centro de Londres.
Reyes, reinas, sacerdotes y políticos comenzaron a llegar a la abadía después de las ocho de la mañana, con celebridades como sir Elton John y el medallista olímpico Ian Thorpe entre ellos.
David Beckham llegó con su esposa Victoria. El jugador portó su medalla de la Orden del Imperio Británico. Las medallas se portan tradicionalmente a la izquierda.
Un deprimente pronóstico climático mejoró el viernes por la mañana, pues ya no prevén algo de lluvia sino incluso algo de sol después para la hora a la que Guillermo y Catherine se asomen por el balcón del Palacio de Buckingham mientras los jets de la Fuerza Aérea Real celebran en la culminación de las festividades del día.
Ya comienzan las fiestas callejeras en todo el Reino Unido, mientras que amenazan protestas de radicales musulmanes, anarquistas y anti-realeza.
Cerca de 5,000 policías están desplegados en la calle, 110 a caballo y 35 con perros de rastreo, pero los medios desplegaron a más elementos, pues cerca de 8,000 agentes están trabajando en Londres para el evento.
El secretario de Cultura británico, Jeremy Hunt, predijo que la ceremonia sería vista por 2,000 millones de personas en todo el mundo. Pero los británicos no mostraron tanto entusiasmo, pues menos de la mitad dijo planear ver el evento en televisión y el 56% dijo no estar interesado.
Guillermo anunció su compromiso con Middleton en noviembre, después de proponerle matrimonio en secreto en una cabaña rústica en Kenia en octubre.
Guillermo es el hijo mayor del príncipe Carlos y de la difunta princesa Diana de Gales. Nieto de la reina Isabel II, es piloto de helicóptero de búsqueda y rescate y, recientemente, el miembro más popular de la familia real.
Catalina se graduó de Historia del Arte y es la hija mayor de los trabajadores millonarios que están a cargo de una compañía de artículos para fiestas.
Se conocieron cuando estudiaban en la Universidad St. Andrews en Escocia, donde compartían un departamento con varios amigos antes de comenzar a salir. Ella llamó su atención por primera vez cuando modeló en un desfile estudiantil un vestido transparente.
La Abadía de Westminster es el lugar que tradicionalmente ve casarse a la realeza, también es testigo de coronaciones y en ocasiones de funerales, pues personalidades como Charles Darwin, Charles Dickens, Isaac Newton y George Frederic Handel fueron enterrados ahí.
Entre los huéspedes se encuentra el actor Rowan Atkinson, de Mr. Bean, amigo personal del príncipe Carlos. La cantante Joss Stone también está presente, así como el ex primer ministro británico, John Major.
Pero la lista de huéspedes es notable tanto por quién asistió como por quién no lo logró. Los ex primeros ministros Tony Blair y Gordon Brown no fueron invitados, lo que acusa a la familia real de favorecer al partido conservador sobre el laboral. El Palacio de Buckingham respondió que el alcalde fue invitado no porque fuera un conservador, sino porque fue asignado guardián del príncipe Guillermo y de su hermano menor, Harry, cuando su madre Diana murió en un accidente en 1997.
Margaret Thatcher, conservadora y ex primera ministro, rechazó la invitación. No apareció en el evento en Downing Street realizado en su honor el año pasado debido a cuestiones de salud.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tampoco fue invitado, lo que sorprendió a más de uno. La familia real afirmó que fue cuestión de protocolo, pues otros presidentes tampoco fueron invitados. El embajador de Estados Unidos en Londres está en la lista de invitados, al igual que muchos miembros del cuerpo diplomático de Londres.
Pero el embajador de Siria fue desinvitado un día antes de la boda en vista de los recientes acontecimientos de su gobierno contra los levantamientos. El príncipe de Bahrein, que también está apaciguando a los protestantes, fue invitado, pero el domingo decidió no asistir.
Los votos de Catalina no incluyeron la frase en la que ella promete obedecerlo y tampoco entregó a Guillermo una alianza después de recibir uno de oro galés.
Un sondeo de ComRes para CNN descubrió a la hora del compromiso en noviembre que sólo la mitad de los adultos británicos pensaban que Guillermo sería un mejor rey que su padre, el príncipe Carlos. El 58% dijo que Middleton sería una mejor reina que la segunda esposa de Carlos, Camilla, duquesa de Cornwell.
Pero los encuestados tuvieron opiniones encontradas tras la pregunta teórica de si la corona se saltaría una generación y pasaría directamente a Guillermo cuando su abuela, la reina Isabel, muera. El 45% dijo que sería así, mientras que el 41% dijo que no lo consideraba posible.
Fuente: mexico.cnn.com
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