(CNNMéxico) — El gobierno de Venezuela espera este jueves la respuesta de más de 1,000 presos amotinados desde hace 11 díasen una prisión al norte de Caracas tras las negociaciones efectuadas con los líderes de la revuelta, informaron medios locales este jueves. La intención es que las tropas entren a la cárcel y desarmen a los prisioneros.
El miércoles, las autoridades conversaron por primera vez con una comisión de los internos de la prisión El Rodeo II, localizada a unos 40 kilómetros de Caracas, reportó la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Según el ministro para las Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami, la mayoría de los reos permanecen retenidos por un pequeño grupo que se niega a permitir la entrada de las autoridades.
La crisis en el complejo carcelario inició cuando las autoridades anunciaron el 12 de junio un operativo para retirar las armas de dos prisiones, El Rodeo I y el Rodeo II, luego de que en la primera murieron 22 personas y otras 12 quedaron heridas en un enfrentamiento entre bandas. Sin embargo, los reos se negaron a aceptar el desarme e iniciaron un motín.
Los internos dejaron en claro que no permitirán la requisa, y en cambio, pidieron a los más de 5,000 militares que fueron movilizados a retirarse del lugar y exigieron mejores condiciones de vida.
Aunque más de 5,000 efectivos militares controlaron la revuelta en El Rodeo I el pasado 17 de junio, la situación en la otra prisión aun permanece sin control de las autoridades.
Este jueves, luego de las negociaciones, fueron sacados del Rodeo IIcuatro cadáveres de presos que presuntamente murieron durante un operativo que realizó la Guardia Nacional el pasado 17 de junio, según reportó la estación de televisión privada Globovisión, afiliada de CNN.
Al respecto, Amnistía Internacional (AI) afirmó en un comunicado que el “nuevo estallido de violencia en un centro penitenciario venezolano” evidencia las condiciones en las que viven los reclusos “e indica que las autoridades no han hecho nada para abordar de manera adecuada la situación”.
Guadalupe Marengo, directora adjunta del Programa Regional para América de Amnistía Internacional, afirmó que “las autoridades venezolanas deben abrir de inmediato una investigación independiente sobre los fallos cometidos en El Rodeo, que establezca responsabilidades por el elevado nivel de armas en el interior de la cárcel, y garantizar que incidentes semejantes no se repiten en el futuro”.
Las autoridades de Venezuela “reconocen la gravedad de la situación que aqueja a las cárceles”, pero “nunca han tomado las medidas que se requieren con urgencia para mejorar las terribles condiciones de reclusión en el país”, señala Amnistía Internacional.
“En Venezuela, los presos están recluidos a menudo en condiciones crueles, inhumanas y degradantes, y la violencia es endémica”, agregó Marengo.
En septiembre del año pasado, más de 4,000 reclusos de tres cárceles iniciaron una huelga de hambre como protesta por los supuestos "malos tratos" de los custodios, el retraso procesal y el hacinamiento.
En las cárceles venezolanas, consideradas unas de las que más incidentes violentos registran en Latinoamérica, murieron 366 reos en 2009, según datos de la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Prisiones.
Fuente: mexico.cnn.com
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