30 millones de litros de agua de agua se han ido por el desagüe de la ciudad de Oregón por culpa de una meada captada por las cámaras de vigilancia del embalse. Además del dispendio acuífero la operación de vaciado del embalse ha costado a los contribuyentes unos 30.000 euros, informa Telegraph.
El hombre, Joshua Seater, de 21 años, estaba de botellón con sus amigos cuando tuvo la urgencia de evacuar, acto que llevó a cabo en la prístina agua del embalse. La secuencia quedó inmortalizada en una de las cámaras de vigilancia del perímetro. Al responsable de la instalación no le tembló el pulso a la hora de abrir las compuertas y dejar escapar el líquido elemento río abajo: “No quiero imaginarme cuánta gente estaría diciendo “he hecho el zumo de naranja mañanero con este agua”. ¿Acaso quieres beber pis? Hay mucha gente muy remilgada para este tipo de cosas”.
Empezando los remilgos por el propio David Shaff, administrador de la Oficina de las Aguas de Portland. Para hacernos una idea de la disolución de la orina de Seater en las aguas, calculemos que una vejiga realmente hinchada puede contener un litro de pis. En ese caso, cada vaso de agua contendría una treinta millonésima del residuo líquido de Seater, unos cuantos billones de moléculas en un recipiente de varios quintillones. Por menos de eso funciona la homeopatía, razonará un escéptico.
Los expertos advierten que por mucho garrafón que el joven hubiera bebido el agua resultante no era nociva para la salud, dada la bajísima disolución de orín. Por su parte, el culpable ha sido detenido pero ya ha avisado que no podrá pagar la multa porque está sin trabajo, aunque está dispuesto a hacer trabajos comunales “para limpiar el sitio”. Por su parte, el clásico agente local que se suele entrevistar en estos casos opina que “aquello fue una tontería que podría haberse evitado fácilmente meando en un arbusto”.
Fuente: enteraterd.com
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