LONDRES.Crear las condiciones necesarias para que los agricultores puedan abandonar el sector primario es clave para que los países en desarrollo superen la pobreza, según un estudio publicado hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Las inversiones para aumentar la productividad de las explotaciones y los beneficios para el agricultor son un factor esencial en las políticas para erradicar la pobreza, si bien eso no debe ser un obstáculo para la diversificación de la economía, señala el informe presentado en la Chatham House de Londres.
"Quienes hacen las leyes deben aceptar que muchos pequeños agricultores buscarán otros sectores cuando se fomenten nuevas oportunidades. Los gobiernos deben facilitar ese ajuste, no impedirlo", subraya la organización.
La OCDE admite que fomentar nuevas actividades puede resultar "difícil" en regiones castigadas por la pobreza, pero enfatiza que, "una vez se superan los obstáculos iniciales para diversificar la economía, el cambio estructural se desarrolla a gran velocidad".
En Corea del Sur, uno de los ejemplos que cita la organización, el peso de la agricultura en el empleo del país cayó del 40 por ciento al 16 por ciento en catorce años, desde 1977 hasta 1991, un cambio similar al que en Estados Unidos tardó 53 años y en el Reino Unido 68 años.
Las recomendaciones de la organización a los países en desarrollo son tres: mejorar la competitividad del sector agrícola, ayudar a los agricultores a diversificar sus fuentes de ingresos y facilitar el paso del sector rural a otras actividades "mejor pagadas".
El informe de la OCDE defiende asimismo evitar en lo posible intervenciones en el mercado como subsidios y controles en los precios, ya que considera que esas medidas "tratan los síntomas, pero no las causas, del subdesarrollo".
Aún así, en los países más pobres, donde las instituciones están menos desarrolladas, algunas intervenciones "deben estar garantizadas" para evitar fallos en el mercado, puntualiza el informe.
Esas operaciones pueden consistir tanto en medidas para contener los efectos en los productores y los consumidores de los cambios "extremos" en los precios, así como en subvenciones para fomentar las nuevas iniciativas en el sector agrícola.
Dado que ese tipo de medidas suponen en ocasiones cargas "insostenibles" en los presupuestos nacionales, los gobiernos deben combinarlas con acciones para fomentar el crecimiento económico a largo plazo, sostiene la OCDE.
En ese sentido, la organización recomienda a los países en desarrollo que inviertan en nuevas infraestructuras rurales y en investigación, ámbitos que, habitualmente, el mercado no puede mejorar por sí mismo.
Fuente: diariolibre.com
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