Tres cuerpos de las decenas de víctimas que fueronlocalizadas en fosas clandestinas en San Fernando, Tamaulipas, fueron entregados a sus familiares, informó la Procuraduría General de la República (PGR).
Los restos de tres hombres —dos de Tlaxcala y uno de Guanajuato— fueron entregados a sus familiares después de que las autoridades les realizaron diversos estudios, como perfiles genéticos, dictámenes de odontología, antropología y criminalística de campo.
Los cadáveres son parte del grupo de 120 víctimas que fueron trasladadas a una morgue de la Ciudad de México. De acuerdo con el último con la Procuraduría General de la República, hasta el pasado 26 de abril habían encontrado 183 cuerpos enterrados de manera clandestina en San Fernando, una localidad fronteriza con Estados Unidos.
La PGR agregó que actualmente realiza estudios de ADN a las otras víctimas, que duran entre tres y cuatro semanas, y que en caso de resultar positivo alguno de ellos, informará de inmediato a alguna de lasmás de 600 personas que buscan a sus seres queridos.
Este sábado, Guatemala informó que envió a México información sobre 34 inmigrantes de ese país que han sido declarados como desaparecidos y que temen encontrar entre las víctimas.
El pasado 26 de abril, la procuradora general de México, Marisela Morales, informó que los primeros dos cuerpos fueron “plenamente identificados” y entregados a sus familiares.
El hallazgo con las primeras fosas se registró el 6 de abril, no lejos de donde en agosto de 2010 la Marina localizó los cadáveres de 72 migrantes indocumentados, presuntamente secuestrados y asesinados por el grupo delictivo de Los Zetas.
Entre los arrestados por el hallazgo de las fosas hay 17 policías locales, acusados de brindar protección a una célula de dicho cártel liderado porMartín Omar Estrada Luna, a quienes las autoridades señalan como el autor intelectual de la masacre y se le relaciona con el secuestro y asesinato de los 72 inmigrantes.
Las autoridades sostienen que las dos principales hipótesis tras el hallazgo de decenas de cadáveres en fosas clandestinas en los alrededores de San Fernando apuntan al reclutamiento forzado o al secuestro.
El estado de Tamaulipas vive una cruenta lucha entre Los Zetas y el cártel del Golfo, quienes rompieron su alianza en 2009 y desde entonces se disputan las rutas para el transporte de drogas hacia Estados Unidos.
Fuente: mexico.cnn.com
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